NO EN MI NOMBRE

Cuando el pasado sábado 25 de febrero más de un millón de personas se manifestaban por las calles de Madrid bajo el lema “Memoria, Dignidad y Justicia” no podíamos dejar de recordar a esos héroes por la libertad que han perdido sus vidas, han sido heridos, secuestrados, o están siendo amenazados y extorsionados por la banda terrorista ETA, todos ellos víctimas de un terrorismo atroz que lleva más de 47 años sembrando de dolor España, patria común de quienes deseamos convivir en libertad y en democracia. ------------------------------------- Precisamente porque es necesario mantener cierta memoria en relación con los hechos pasados y presentes, porque nunca debemos olvidar la enorme dignidad que merecen esas víctimas y porque es imposible entender un fin del terrorismo que no pase por que se haga justicia, debemos rechazar el erróneo y cruel viraje que parece haber tomado la política antiterrorista del Gobierno Zapatero. ------------------------------------- Esto nos lleva a comprender y solidarizarnos con el segundo de los lemas que los manifestantes incluían en sus pancartas: “Negociación NO en mi nombre” ¿Por qué, en estas condiciones, con atentados que aún hoy se siguen produciendo, tenemos que hablar con los terroristas? ¿Por qué ahora tenemos que renunciar a que existan “vencedores y vencidos” en una guerra donde sólo unos han puesto los muertos y otros, como mucho, han perdido su libertad en aplicación de las leyes? ¿Por qué Zapatero parece haberse rendido a los pies de los asesinos etarras, incluso hasta el límite de llevarnos a una negociación sin límite bajo la amenaza de nuevas muertes? ------------------------------------- El Gobierno y nuestro Presidente, se equivocan si piensan que no nos vamos a rebelar cuando el PSOE ha roto de facto el pacto “Por las Libertades y Contra el Terrorismo” que firmó con el PP en 2002. Se equivoca si quiere que admitamos que ETA haya regresado al Parlamento Vasco bajo el “disfraz” del Partido Comunista de las Tierras Vascas y sin ninguna consecuencia. No puede obligarnos a aceptar que un desorietnado Fiscal General del Estado, nombrado por el Gobierno y al servicio del Gobierno, pretenda excarcelar a asesinos etarras cuando, en muchos casos, no han cumplido ni tres meses por cada uno de los asesinatos que han cometido. Es incomprensible que Zapatero haya promovido desde el Parlamento Nacional una moción que llama a la negociación con ETA cuando ésta aún sigue actuando. Y es inaceptable que Zapatero ignore, desprecie y trate de silenciar a las víctimas, que son por derecho y contra su voluntad, parte imprescindible en caso de que exista un proceso de diálogo con ETA. No nos puede pedir, que entendamos que desde el Gobierno se toleren actos de un partido ilegal como es Batasuna, y no se haga nada desde el Ejecutivo cuando esta convoca manifestaciones, congresos y actos políticos de enaltecimiento del terrorismo. ------------------------------------- Presidente Zapatero: Conceder una negociación, convertir a ETA en interlocutor político válido, cuando las bombas siguen humeantes, es tanto como justificar la violencia, es tanto como considerar válidos sus argumentos. Parece mentira que a día de hoy algunos no logren entender aún que la fuerza para negociar está en los votos y no en las armas, la dan las urnas y no los asesinatos. Pare mentira que no valoren la exitosa política antiterrorista que se ha tenido hasta el momento y que ha llevado a la criminal banda a su estado más débil de la historia. Hoy también sabemos que las treguas de ETA son siempre “treguas trampa”, donde nunca se han entregado las armas, donde solo se persigue ganar tiempo para reorganizarse sin presión policial. Parece mentira que no se de cuenta señor Presidente. ------------------------------------- Porque el derecho a la vida es en derecho innegociable, porque las víctimas exigen memoria, dignidad y justicia y porque no hay que conceder contrapartidas políticas para que se respeten los derechos humanos y, entre ellos, el más básico: el derecho a la vida. Gritamos bien fuerte: NEGOCIACIÓN NO, EN MI NOMBRE.