viernes, noviembre 03, 2006

ELECCIONES EN CATALUÑA

1. Ayer se produjo la primera derrota electoral de Zapatero, como el propio periódico El País recuerda hoy. Nuestro falso Don Quijote de las ansias infinitas de paz y su montillesco Sancho Pancista han perdido 1 de cada 4 votos que cosecharon en 2003. Que tomen buena nota aquéllos que todavía se tragan la majadería de que el proceso de rendición ante ETA le va a traer buenos réditos electorales al PSOE. Zapatero ha entrado ya en fase descendente.
2. La sociedad catalana ha mostrado, una vez más, su hastío con respecto a una casta política corrupta, mediocre y cerrada. Un hastío que se manifiesta en una abstención de proporciones históricas y un voto en blanco que bate auténticos récords. Un poco más, y el voto en blanco consigue un escaño parlamentario. Después de la bofetada al estatuto (apoyado por 1 de cada 3 catalanes), esta abstención viene a hacer dolorosamente patente el progresivo alejamiento entre la clase política y la ciudadanía a la que dice representar.
3. El nacionalismo, en su conjunto, retrocede. El tetrapartido (CIU+ERC+PSC+ICV) pierde 450.000 votos y 2 escaños, mientras que los no nacionalistas (PP+Ciudadanos) suben esos dos escaños y ganan 15.000 votos en conjunto. Además, se produce una recomposición del voto dentro del nacionalismo, con un trasvase de escaños desde las posturas más radicales (ERC) hacia otras menos salvajes (CIU).
4. Al mismo tiempo, también se produce una recomposición dentro del voto no nacionalista, con un trasvase de voto desde las posturas pactistas (PP) hacia las combativas (Ciudadanos).
Es la aparición de Ciudadanos, sin duda, el fenómeno más importante de los vividos ayer. Y lo es porque envía un clarísimo mensaje a los dos grandes partidos de nuestro país: se acabó lo que se daba.
La aparición de un partido ciudadano que surge de la nada en la 4 meses; que arrebata una parte del voto del PSOE; que nace para cuestionar el marasmo de mentiras, irresponsabilidades y corrupción en que el PSOE había enfangado a la izquierda y que es capaz de entrar en el parlamento a pesar de su falta de recursos y del boicot informativo, le supone a Zapatero un serio peligro, porque habrá de nuevo (como en la época de Anguita) una voz de izquierda con una clara concepción nacional y que llega al panorama político como un soplo de aire fresco. Y con un Albert Boadella dispuesto a dar la batalla en clave de humor, para más inri. El PSOE tendrá ahora que retratarse en el parlamento de Cataluña en muchas cuestiones que afectan a los derechos de los castellanohablantes.

A ver si es verdad.

No hay comentarios: